La fábrica de los sonidos
Una actividad rítmica colaborativa para trabajar con patrones y obstinatos
La fábrica de los sonidos es una actividad muy bonita para trabajar con grupos grandes de adolescentes: se trata de un juego muy dinámico en el que se trabaja el silencio, la escucha, el ritmo, la cooperación, además de numerosos contenidos que se deseen aportar.
La clase se puede disponer en un círculo para comenzar con una explicación:
Conceptos
¿Alguien sabe cómo suena una fábrica? Los sonidos se repitan formando pequeños “obstinatos“, que además se relacionan los unos con los otros. Cada alumno de la clase ha de representar una máquina o pieza de esa fábrica, y entre todos construiremos una máquina que funcione a la perfección con cada una de las piezas.
Las normas
- Es importante realizar un buen silencio antes de empezar, no nos olvidemos de que estamos creando música.
- Cada alumno puede utilizar su cuerpo, objetos cotidiáfonos o instrumentos si se desea.
- Empieza un alumno y poco a poco se van sumando de uno en uno según las indicaciones del profesor. Es importante que quien se incorpora se sume al pulso ya establecido, ya que si no se creará confusión rítmica y no será viable sumar más.
- Menos es más: cada alumno debe de idear su obstinato sencillo y poco denso, ya que la fábrica se crea entre todos, no en solitario.
- Cada alumno debe de aguantar su rol hasta el final, sin abandonar la base rítmica creada.
- La fábrica no se acaba hasta que no acaban de incorporarse todos los alumnos.