Musicoterapia en la escuela inclusiva

La educación en España en las últimas décadas ha sido conducida hacia la educación inclusiva: un modelo de educación en el que todos los niños sin distinciones, tienen el derecho y la oportunidad de continuar la escolarización en los centros ordinarios, pudiendo continuar aprendiendo de los compañeros y el entorno.

En esta nueva visión y aplicación de nuestro sistema educativo, se sortean las diferencias de capacidades, tanto cognitivas como sociales, económicas o culturales. Se trata de una educación que trata de atender a las nuevas necesidades de la población, poniéndose al servicio de la diversidad y de la población actual.

“La inclusión es un proceso sin final que busca las formas más eficaces de responder a la diversidad presente en el alumnado”

Ainscow (2005)

El resultado de este modelo son aulas muy heterogéneas, con alumnos de muy distintas características. Algunos de ellos necesitan una adaptación curricular para alcanzar los objetivos de la etapa, o se les hace un Programa Individualizado en el que se les aplica una metodología distinta con tal de que puedan seguir escolarizados y en contacto con el entorno educativo en el que están.

La educación tradicional no es suficiente y no cubre las necesidades del aula. La transmisión de los conocimientos se tiene que realizar de una forma actualizada y renovada, de forma que cada alumno pueda seguir creciendo y desarrollándose con su normalidad.

¿Por qué la musicoterapia?

La musicoterapia nos aporta la visión integrativa que en la educación tradicional flaquea. En la rama de la musicoterapia se han desarrollado unos métodos, activos y receptivos, que nos sirven para relacionarnos con la música, aprender disfrutando de ella.

La musicoterapia pone énfasis en algunas cosas diferentes a la educación:

• Todas las personas pueden gozar de la experiencia musical, sin necesidad de tener conocimientos previos.
• La expresión libre es un elemento principal de la práctica musical.
• Se regula la autoestima mediante dinámicas o ejercicios de expresión y  determinación.
• Se desarrolla la comunicación musical y no verbal con los compañeros o profesores en la práctica musical
• Alumnos con un alto grado de actividad pueden encontrar una forma de descarga con la improvisación y la expresión musical libre.

Si valoramos todo, desde el desarrollo físico y psicomotriz que se produce con la práctica instrumental y todo el crecimiento personal y social que la persona puede experimentar apañándose de la música, podemos establecer que el enfoque de la práctica musicoterapéutoca encaja y funciona perfectamente en nuestro actual modelo educativo.

La aplicación de la musicoterapia nos permite además trabajar de forma profunda las emociones.

Actualizar las técnicas de enseñanza más tradicionales, y aplicar nuevas formas de hacer y proceder en la docencia nos ayudará a lograr una sociedad más equilibrada, tolerante y respetuosa.