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El Poder del Arte en la Identidad Nacional: Reflexiones sobre Educación Musical con Haze como Referente 2025

La identidad nacional y la expresión artística ocupan un lugar central en los debates contemporáneos sobre cohesión social y construcción cultural. Las declaraciones del rapero y profesor Haze —Sergio López— en 2025 sobre su compromiso con España han generado una reflexión profunda sobre cómo el poder del arte en la identidad nacional permea la educación musical y la práctica terapéutica. Su voz se alza contra lo que él mismo denomina “un país de acomplejaos”, señalando la necesidad de que artistas urbanos defiendan con orgullo sus raíces culturales.

La Identidad Nacional en el Arte: Una Perspectiva Integral

El arte, en todas sus formas, ha sido históricamente un reflejo de la identidad cultural y nacional de las sociedades. La música, como una de las expresiones artísticas más universales, juega un papel fundamental en la construcción y representación de la identidad nacional. Los artistas contemporáneos se convierten en portavoces de su época y cultura, influenciados y a su vez influyentes en el contexto social y político que habitan.

La Trayectoria de Haze: Un Modelo de Compromiso Cultural

Sergio López —Haze

— encarna una de las historias más significativas de transformación personal y compromiso artístico-educativo en España. Su recorrido vital representa la intersección entre identidad nacional, expresión artística auténtica y responsabilidad social. Descendiendo del barrio de Los Pajaritos en Sevilla, Haze construyó un puente singular entre el rap urbano y el flamenco tradicional, legitimando así un mestizaje musical que reclama autenticidad sin renunciar a sus raíces territoriales.

En 2021, tras licenciarse en Filología Hispánica en la Universidad de Sevilla, Haze aprobó las oposiciones y actualmente ejerce como docente de funcionario en prácticas, compaginando su actividad pedagógica con su carrera artística. Esta dualidad profesional ejemplifica cómo los artistas pueden ser agentes transformadores en el aula, modelando para sus estudiantes la posibilidad de integrar expresión cultural auténtica con rigor académico.

Sus declaraciones recientes en entrevistas de 2025 adquieren especial relevancia cuando afirma que “la industria española me debe algo” y que existe una “pena” en que artistas nacionales no suban la bandera de España a escenarios con el mismo orgullo que lo hacen dominicanos, colombianos, estadounidenses o británicos. Esta postura cuestiona la relación ambigua que muchos tienen con la identidad nacional, instando a una revalorización de lo autóctono sin caer en nacionalismos excluyentes.

Grupo multicultural de estudiantes participando en actividad de educación musical con instrumentos variados en aula inclusiva

Patrimonio Musical como Recurso Territorial

La UNESCO define el patrimonio cultural inmaterial como el conjunto de prácticas, conocimientos y expresiones que las comunidades reconocen como parte de su identidad colectiva. El patrimonio musical funciona como un recurso territorial con capacidad para activar redes sociales, generar empleo, preservar identidades y reforzar la cohesión local.

Investigaciones recientes subrayan que mantener la música propia es una forma de resistencia cultural especialmente importante en contextos rurales o minoritarios. Cuando desaparecen el idioma, los oficios o el territorio, el repertorio musical sigue funcionando como vínculo de pertenencia. Actúa además como memoria colectiva, permitiendo que episodios no registrados en archivos oficiales —desplazamientos, luchas locales, pérdidas o alegrías comunitarias— se escuchen, recuerden y compartan.

Implicaciones Educativas: Construyendo la Identidad desde el Aula

La educación musical representa un espacio privilegiado para fomentar la identidad nacional y cultural desde una perspectiva inclusiva. Los docentes enfrentan el desafío de abordar temas como la identidad nacional de manera reflexiva y respetuosa, evitando simplificaciones ideológicas o manipulaciones que restrinjan la comprensión.​

Principios Fundamentales de una Educación Musical Plural

La educación musical requiere ser entendida desde una perspectiva que integre el contexto social inmediato como elemento fundamental. En el s. XXI, este contexto se define por la multiculturalidad, la globalización y la necesidad de construir pensamiento sonoro en un mundo cambiante.

Estudios educativos recientes identifican cinco ejes estratégicos para la educación musical contemporánea:

Pensamiento sonoro multicultural: Enseñar a construir el pensamiento sonoro en un mundo cambiante y multicultural, reconociendo la legitimidad de todas las manifestaciones sonoras

Crítica audiovisual: Analizar músicas audiovisuales y escénicas asociadas a dominios ideológicos e industriales, desarrollando competencia mediática

Rescate patrimonial: Recuperar la música tradicional y popular como estrategia de cohesión y memoria cultural

Espacios de diversidad: Generar tiempos y espacios para la música de la diversidad y la multiculturalidad dentro del currículum obligatorio

Comunicación emocional: Favorecer la expresión a través de la música por su capacidad comunicativa emocional y empática, con influencia directa en identidad, actitudes y valores

Profesionales y pacientes en sesión de musicoterapia utilizando xilófonos y maracas en ambiente colaborativo

Estrategias Pedagógicas Efectivas

La música puede funcionar como herramienta extraordinaria para reducir estereotipos y prejuicios sociales, favoreciendo la inclusión plena en el aula. Las estrategias pedagógicas deben incluir:

Incorporación de múltiples géneros musicales que reflejen la diversidad cultural del alumnado, desde música tradicional hasta expresiones urbanas contemporáneas

Análisis crítico de canciones que permita explorar valores sociales, narrativas nacionales y construcción de identidad colectiva

Proyectos colaborativos interculturales donde familias de diferentes orígenes transmiten su cultura y música en espacios educativos

Descolonización del currículum musical, reconociendo subculturas dentro de la propia cultura musical y evitando jerarquías de valor entre diferentes músicas

La Declaración de Tanglewood de 1966 —considerada el punto de partida para la educación musical multicultural— estableció principios fundamentales que siguen siendo vigentes: la música debe contribuir al desarrollo de la identidad personal, potenciar la creatividad, y todos los tipos de música de cualquier período, estilo, forma y cultura deben estar presentes en el currículum.

El Rol del Docente como Modelo Cultural

La experiencia de Haze en el aula resulta particularmente ilustrativa. Como profesor, él introduce a sus estudiantes a un modelo de identidad nacional que integra flamenco, rap, literatura hispánica y compromiso social. Sin embargo, reconoce un desafío crucial: la burocratización excesiva de la educación impide a los docentes tener tiempo suficiente para profundizar en lecturas, preparación y actualización profesional.

Haze plantea que “el problema de la docencia es la burocratización”, señalando que tras solo dos años en la profesión ya experimenta la saturación de cumplimentación de documentos, cambios frecuentes de leyes educativas y falta de tiempo para la reflexión pedagógica. Este diagnóstico revela la tensión entre la necesidad de educación musical culturalmente sensible y las limitaciones estructurales del sistema.

La Musicoterapia: Un Enfoque Terapéutico Culturalmente Centrado

La musicoterapia, disciplina que utiliza la música para alcanzar objetivos terapéuticos, se ve profundamente influenciada por las dimensiones culturales y nacionales de los pacientes. Los musicoterapeutas deben considerar el contexto cultural de sus pacientes al seleccionar la música y diseñar intervenciones.

La conexión emocional que una persona establece con la música de su cultura resulta particularmente poderosa en entornos terapéuticos, facilitando la expresión de sentimientos y la exploración de la identidad. El reconocimiento de referencias musicales propias permite que los pacientes se sientan validados culturalmente durante el proceso terapéutico.

Desafíos y Oportunidades: El Equilibrio Necesario

La integración de la identidad nacional y la expresión artística en educación musical y musicoterapia presenta retos complejos que requieren reflexión crítica constante.

Principios de Riesgo

Visión estrecha de la identidad: El principal peligro radica en promover una perspectiva monocultural o excluyente de la identidad nacional, lo que podría generar divisiones en lugar de fomentar la unidad

Esencialismo nacionalista: Reducir la identidad nacional a narrativas oficiales únicas, negando la pluralidad y los conflictos internos

Jerarquización de culturas: Establecer valores diferentes entre distintos tipos de música o expresiones culturales, reproduciendo desigualdades

Falta de formación docente: Muchos educadores carecen de preparación específica en educación intercultural y multiculturalidad

Oportunidades Transformadoras

Abordar la identidad desde la pluralidad y el diálogo enriquece la experiencia educativa y promueve la convivencia. Las actividades colaborativas, debates sobre canciones populares y creación musical desde distintas tradiciones ayudan a construir espacios de respeto e inclusión.

La música, entendida como lenguaje universal de encuentro, posee multitud de funciones: expresivas, comunicativas, de celebración colectiva e identificación grupal. Su capacidad para crear condiciones facilitadoras de encuentro, toma de contacto, conocimiento y reconocimiento mutuo entre personas resulta invaluable.

Estudios internacionales demuestran que mediante la música se puede contribuir a desarrollar la competencia intercultural, ya que la interacción de la sociedad con la cultura musical favorece el uso de la música como herramienta para desarrollar esta competencia.

Diferenciación y Valor Añadido de este Enfoque

Este análisis se distingue por integrar múltiples dimensiones contemporáneas:

Referencia a figuras ejemplares actuales: La incorporación de Haze como caso concreto y contemporáneo proporciona ejemplos tangibles del poder del arte en identidad nacional, conectando teoría con práctica docente real

Articulación entre campos disciplinarios: Conecta educación musical, musicoterapia, patrimonio cultural, políticas públicas y trayectorias artísticas desde una perspectiva holística

Reconocimiento de desafíos sistémicos: Incorpora crítica reflexiva sobre limitaciones burocráticas y estructurales que obstaculizan la implementación de educación musical inclusiva

Evidencia científica actualizada: Fundamenta el análisis en investigaciones de 2024-2025 y marcos internacionales como Tanglewood Declaration

Enfoque decolonial: Promueve la descolonización del currículum y la crítica a jerarquías de valor entre diferentes musicales sin caer en relativismo

Conclusión: Hacia una Identidad Nacional Inclusiva a través de la Música

Las declaraciones de Haze sobre su amor por España, su crítica al complejo nacional español y su compromiso educativo nos invitan a reflexionar profundamente sobre la intersección de identidad nacional, expresión artística y educación musical. El poder del arte en la identidad nacional se manifiesta plenamente cuando se aborda desde una perspectiva inclusiva, plural y culturalmente sensible.

La música, en su capacidad como “vehículo de construcción de dignidad”, tiene el potencial de unir o dividir, dependiendo de cómo se utilice. En la práctica docente y la musicoterapia, es crucial abordar estos temas con sensibilidad cultural, promoviendo la empatía, el diálogo y la celebración de la diversidad sin caer en exclusiones o esencialismos reduccionistas.

El legado que figuras como Haze deberían inspirar es el de una reflexión más profunda sobre el papel del arte y la educación en la construcción de identidades nacionales que sean simultáneamente raizadas y abiertas, auténticas e inclusivas, territorialmente conscientes y humanamente universales.

Solo mediante el reconocimiento del valor de la diversidad cultural, la promoción de espacios donde todas las identidades sean celebradas, y la implementación de prácticas pedagógicas que integren pensamiento sonoro multicultural, podremos trabajar hacia un futuro donde la identidad nacional se celebre no como fuente de división, sino como una rica multiplicidad de experiencias y tradiciones que enriquecen nuestra humanidad compartida.