¿Qué evaluamos?,
Las preguntas
¿Qué?, ¿cómo?, ¿a quién?, ¿Por qué?, ¿para qué?
Se puede evaluar todo lo que se ha trabajado en la sesión o sesiones y está sujeto a cierta mejora. Para poder tener un punto de partida se debe de realista y no inventarse los datos, con lo que debemos de tener una imagen bien clara de cuál es nuestro punto de partida: para ello podemos hacer una «evaluación inicial».
La estrategia de avaluación
Establecer una estrategia de evaluación es fundamental para cualquier profesor o musicoterapeuta.
En ambas profesiones es imprescindible recoger datos para posteriormente poder ver cómo ha sido el proceso y los resultados y así poder mejorar.
Debemos distinguir entre dos tipos de evaluación y escoger premeditadamente qué modelo escogeremos para favorecer nuestra supuesta situación pedagógica.
Tipos de evaluación
– La evaluación cualificadora
Para emitir un juicio de valor.
Es donde podríamos ubicar por ejemplo la «evaluación inicial«, que nos sirve únicamente para ubicar el nivel de conocimientos o punto de partida. Recogemos datos de lo que ya es o está, no nos sirve para mejorar el proceso
– La evaluación formativa y formadora
Para evaluar y mejorar la cualidad del resultado y los procesos de aprendizaje.
La diferencia es la toma de decisiones a partir de la avaluación: en el proceso formativo las decisiones las toma el sujeto de estudio, mientras que en la evaluación formadora es el docente el activo que toma medidas para mejorar.
¡Sin olvidar el feedback!
En cualquier caso, tenemos que añadir que en el caso de la enseñanza la evaluación es un feedback que se le ha de dar al alumno, con lo que es vital que haya establecidas unas pautas de evaluación concretas desde el comienzo del proceso, y que hayan sido previamente mostradas al alumnado, para que pueda entender y planificar su propia estrategia de aprendizaje.
